LA TORA A LA PATA COJA

Sucedió que, en tiempos de Jesús, había en Jerusalén dos escuelas rabínicas, la de Shamai y la de Hilel. 
Shamai era riguroso y estricto mientras que Hilel tenía ideas más creativas y flexibles. Cuando uno decía blanco, el otro opinaba negro, cuando uno creia a¡que arriba, el otro enseñaba que abajo, cuando uno decia joven, el otro decía viejo....
Se cuenta que un Centurión, sabiendo las apasionadas discusiones de ambos rabinos,  quiso reirse de ellos y se presentó ante rabí  Shamai y le dijo: 
- Rabí me convertiré en judío y abrazaré vuestra fe si me enseñes toda la Torá mientras aguante a la pata coja. 
Rabí Shamai se olió la burla y se enfadó mucho y  lo echó con una vara de medir que tenía en la mano. 
- Deja de reírte perro gentil ¿Cómo vas a aprender las 613 mitzvot a la pata coja? Insensato
El romano, muy divertido , se presentó ante Hilel y le planteó lo mismo. 
Este le dijo:
- ¡Claro! Ponte a pata coja y escucha:  “ No le hagas a otro lo que no quieeras que te hagan a tí". Ya hemos terminado, esto es toda la Torá. Lo demás sólo son comentarios; vete y estudia . 


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